lunes, 2 de junio de 2008

AQUIETANDO LA MENTE PARTE III

Para aquellos que han leído los posteos anteriores o el libro y han comenzado a poner en práctica el aquietar la mente sacando el ruido que ésta produce en el día a día, se habrán dado cuenta de la ferocidad que se despierta en ella cuando tratas de cambiarle sus malos hábitos.

Lo voy a repetir una vez mas por si no ha quedado suficiente”mente” claro, “no es un proceso de un día para otro”… la mente se va aquietando paulatinamente a medida que vas descubriendo cuando entra en actitudes, juicios o conversaciones negativas.

El objetivo de esta práctica tiene dos propósitos:

Sacar pensamientos negativos y limitaciones que amparados en la “ley de atracción” solo nos impiden atraernos lo bueno de la vida, que es en definitiva lo que queremos o anhelamos, y sacar el ruido para comenzar a escuchar la voz de nuestro yo sano que será nuestra voz guía.

Es importante identificar nuestra voz sana o voz guía porque a veces estas aquietando tu mente con tu propia mente negativa y no logras percibir que en realidad estas alimentando aun mas el ruido.

Aspectos que debes considerar al aquietar tu mente:

No debes angustiarte o sentirte mal cuando veas que tu mente sigue en lo suyo a pesar de intentar aquietarla. Si te pones mal el observador de tu mente no es tu yo sano… es tu propia mente. Tu yo sano debería esbozar una sonrisa al descubrirte en una práctica mental inadecuada. Igual que eres capas de reírte de los problemas de un niño porque en realidad no tienen mayor importancia, tu yo sano que eres tu mismo(a) en un estado mas elevado se ríe de tu yo mente.


La quietud de tu mente no ocurrirá de un día para otro pero debes trabajar todos los días en ello, observando como y en que piensas y esta observación debe ser amorosa.
Recuerda que tus pensamientos crean o activan emociones, la mayoría de las veces no eres conciente del pensamiento o situación que crea la emoción y debes descubrir que pensamiento o actitud ha gatillado en ti esa emoción negativa. Observar las emociones también es una manera de observar los pensamientos.


Diviértete descubriendo como es tu mente y diciéndole que pare con sus malos hábitos.

Ejercicio alternativo para lograr despertar tu guía interno:

Si se te hace difícil descubrirte en malos hábitos mentales debes crear una distancia o dualidad entre tu “yo observador” y tu “yo mente”. Es algo así como hacer conciente a tu espíritu.

Visualízate parado detrás de ti a unos centímetros y practica el observarte.

Obsérvate físicamente:

Obsérvate todo el tiempo que puedas, observa tus movimientos, los músculos involucrados en cada movimiento que haces, la postura física que tienes cuando caminas, cuando esperas, cuando te subes al ascensor, cuando manejas, cuando conversas. Ve si hay diferentes posturas de acuerdo a la persona con quien conversas, ve si tienes distintas maneras de caminar, obsérvate mirándote en el espejo, ¿que caras pones?, ¿qué ves en ti? etc…

Observa tus emociones (reacciones):


Observa como te sientes en las distintas situaciones que vives, trata de identificar que o quién te hace sentir alegre o triste, que te enoja o saca de tus casillas. Obsérvate mirándote en el espejo, ¿que sentimientos tienes hacia ti?, ¿qué ves en ti? Solo obsérvate, no te califiques ni descalifiques, este ejercicio es para que aprendas a despertar a tu observador.

Observa tus pensamientos:


Observa en que piensas cuando haces tareas cotidianas como manejar, cocinar, fumar, trabajar, etc… nuevamente no califiques, pero observa que calificación le das a las cosas o situaciones que vives. Observa que palabras sueles usar para determinadas cosas y que valor le dan esas palabras. Observa cuantas veces utilizas palabras limitantes como “no se puede”, “es difícil”, “imposible”, “si pero…”, “no es mi culpa”, etc…

Observa tus conversaciones:

Observa de que temas sueles hablar, en que te enfocas, con que temas te motivas y cuales te desagradan. Escúchate conversando, observa como sacas tu voz, que volúmenes ocupas, con que intensidad te expresas, si dices lo que piensas o guardas cosas. ¿Cuanto tiempo dedicas a hablar de ti, o de otra persona?

Observa donde estas y donde esta tu mente:

Observa cuanto tiempo le dedicas a asuntos futuros y cuanto a asuntos del pasado. Observa tus pre-ocupaciones, a que le temes, que te asusta.

Observa tu enfoque:

¿En que te enfocas la mayor parte del tiempo? en el trabajo, en la familia, en las relaciones, en el sexo, en el dinero, en lo que tienes, en lo que no tienes. Observa que sentimientos tienes con ese enfoque, ¿es positivo, negativo, angustioso, ansioso?

Este ejercicio te permitirá despertar a tu observador que es capaz de no identificarse con los sentimientos y emociones de la mente, de esa manera habrás dado un gran paso en tu vida ya que estarás a un paso de poder aquietar o dirigir tus pensamientos en concordancia con tus mas altos valores en la vida y desechar aquellos que actualmente te limitan.

Trata de hacer este ejercicio el mayor tiempo posible, a ratos te olvidarás pero puedes retomarlo cuando quieras.

Por ultimo, ten sumamente claro que este observador que estas despertando es tu yo sano o yo superior y la manera de reconocerlo es porque jamás emitirá un juicio, jamás tendrá miedo, jamás se pre-ocupará y jamás te agobiará. Lo reconocerás por la bondad con que ve las cosas que tu mente suele ver como agresivas, injustas o negativas.

Hasta el próximo posteo.


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